Según nuestra Asociación, ver, oír y callar es lo que el Ayuntamiento desea que haga la ciudadanía, vista la respuesta que ha dado ante las casi doscientas instancias-denuncia sobre la limpieza
El Ayuntamiento de Alicante ha contestado con un único escrito a las casi doscientas instancias-denuncia presentadas por los vecinos sobre los posibles incumplimientos de la contrata de la limpieza y recogida y tratamiento de residuos.
En el escrito de contestación el Ayuntamiento indica que los administrados no tienen “[…] capacidad para exigir la imposición de sanciones u otro tipo de controles al contratista […] ya que no son parte del contrato”.
Sin embargo, el Ayuntamiento olvida que la ciudadanía ostenta el derecho de petición establecido en el artículo 29 la Constitución o que es titular de derechos e intereses legítimos como recoge la Ley de Procedimiento Administrativo o que tiene el derecho a participar en la gestión municipal, tal y como regula la Ley de Bases de Régimen Local, así como en la propia ordenanza municipal de limpieza.
También consideramos que, de un solo plumazo, el Ayuntamiento pretende así acallar a la ciudadanía que denuncia las deficiencias de la empresa en la prestación del servicio de limpieza y recogida de residuos y, en base al propio contrato de limpieza, exige que se le impongan sanciones.
Todas las instancias presentadas se han acompañado de fotografías documentando los incumplimientos de la contrata, tales como contenedores desbordados, objetos dejados durante días al lado de los contenedores, etc., etc., es decir, todo aquello que está a la vista de cualquiera, y en cualquier punto de la ciudad, y que parecen no ver ni el alcalde ni el concejal de Limpieza.
Además de lo anterior, en las instancias se indica qué puntos del contrato de limpieza incumplía la empresa, y se menciona las sanciones que el alcalde puede imponer a la empresa según el mismo contrato. La respuesta dada por el Ayuntamiento a las instancias es no querer oír.
Nos planteamos si este no querer ver ni oír por parte del alcalde es para justificar el incremento de costes que quiere pagar a la empresa de limpieza negando sus flagrantes incumplimientos, así como las escasas sanciones impuestas hasta ahora, que son meramente testimoniales.
Desde la Asociación opinamos que se puede (y se debe, pues lo dice la contrata) tener una ciudad y un barrio limpio ¡Ya!… ¡Sin pagar ni un euro más!
El Ayuntamiento de Alicante ha contestado con un único escrito a las casi doscientas instancias-denuncia presentadas por los vecinos sobre los posibles incumplimientos de la contrata de la limpieza y recogida y tratamiento de residuos.
En el escrito de contestación el Ayuntamiento indica que los administrados no tienen “[…] capacidad para exigir la imposición de sanciones u otro tipo de controles al contratista […] ya que no son parte del contrato”.
Sin embargo, el Ayuntamiento olvida que la ciudadanía ostenta el derecho de petición establecido en el artículo 29 la Constitución o que es titular de derechos e intereses legítimos como recoge la Ley de Procedimiento Administrativo o que tiene el derecho a participar en la gestión municipal, tal y como regula la Ley de Bases de Régimen Local, así como en la propia ordenanza municipal de limpieza.
También consideramos que, de un solo plumazo, el Ayuntamiento pretende así acallar a la ciudadanía que denuncia las deficiencias de la empresa en la prestación del servicio de limpieza y recogida de residuos y, en base al propio contrato de limpieza, exige que se le impongan sanciones.
Todas las instancias presentadas se han acompañado de fotografías documentando los incumplimientos de la contrata, tales como contenedores desbordados, objetos dejados durante días al lado de los contenedores, etc., etc., es decir, todo aquello que está a la vista de cualquiera, y en cualquier punto de la ciudad, y que parecen no ver ni el alcalde ni el concejal de Limpieza.
Además de lo anterior, en las instancias se indica qué puntos del contrato de limpieza incumplía la empresa, y se menciona las sanciones que el alcalde puede imponer a la empresa según el mismo contrato. La respuesta dada por el Ayuntamiento a las instancias es no querer oír.
Nos planteamos si este no querer ver ni oír por parte del alcalde es para justificar el incremento de costes que quiere pagar a la empresa de limpieza negando sus flagrantes incumplimientos, así como las escasas sanciones impuestas hasta ahora, que son meramente testimoniales.
Desde la Asociación opinamos que se puede (y se debe, pues lo dice la contrata) tener una ciudad y un barrio limpio ¡Ya!… ¡Sin pagar ni un euro más!