Comercio del barrio, ¡Sí!; Macrocentro, ¡No! Carta abierta al alcalde y a las concejalas y los concejales

Al no poder participar en el Pleno del día 30 de julio, esta Asociación ha querido hacer llegar al Alcalde y a los concejales y las concejalas el contenido de la que podría haber sido su intervención, en el caso de que se hubiese podido hacer.
 
INTERVENCIÓN EN EL PLENO DEL AYUNTAMIENTO DE ALICANTE DEL DÍA 30 DE JULIO DE 2015 DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS BARRIO DEL PLA
Se trae a este Pleno el asunto del conocido popularmente como ATE de IKEA y del macrocentro comercial que contempla.

La Asociación de Vecinos Barrio del Pla considera que permitir otro macrocentro en la ciudad de Alicante no puede si no perjudicar de forma muy importante la calidad de vida de los vecinos y vecinos de nuestro barrio y, por ende, de toda la ciudad.

Los barrios son espacios físicos que conforman un hábitat en el que, entre otras cosas, se produce una simbiosis entre sus residentes y el pequeño y mediano comercio.

Los habitantes de los barrios proporcionamos, a través de nuestras compras, los ingresos necesarios para que comercios y establecimientos existan. También se promueve la creación, y casi lo más importante, el mantenimiento, de los puestos de trabajo que conllevan, algunos de los cuales son, muy frecuentemente, ocupados por residentes en el mismo barrio.

Los comercios y establecimientos de los barrios proporcionan a sus residentes abastecimiento y servicios de proximidad. Esta proximidad no sólo beneficia a todos y todas, si no muy especialmente a quienes, por cuestiones de edad, económica, etc., el desplazamiento a grandes superficies supone un impedimento de importancia. Hablando de desplazamientos: qué duda cabe que la ventaja de los no desplazamientos, conlleva el minimizar el consumo energético y, por tanto, colaborar a favor del medio ambiente y contra el cambio climático.

Por si fuera poco lo expuesto, la existencia de los comercios y establecimientos en las calles y plazas de nuestro barrio aporta a la ciudadanía iluminación complementaria, gracias a sus escaparates y rótulos luminosos; sensación de seguridad, al propiciar la presencia de viandantes; redistribución de la riqueza, a través de los puestos de trabajo que crea, como se ha indicado anteriormente, y la aportación de rentas correspondientes al arrendamiento de locales; contribución a la hacienda local, autonómica y estatal, a través del pago de impuestos y tasas; colaboración en la limpieza de los espacios públicos del entorno más próximo, asumiéndolo cuando, como ha ocurrido hasta ahora, no es adecuado el servicio que se presta.

El “monocultivo” de los macrocentros comerciales, generalmente auspiciados y promovidos por multinacionales que sólo desean incrementar sus beneficios, tributen estos donde tributen, no aporta, ni fija riqueza allí donde se establecen, al contrario de lo que sucede con la “diversidad” que supone el pequeño y mediano comercio: la riqueza que generan, incluidos los impuestos correspondientes, quedan “en el terreno”.

¿Y qué decir de los puestos de trabajo, esos a los que tanto se alude cuando se quiere justificar y argumentar a favor de determinados proyectos? Tal y como ha demostrado la realidad, la creación de un macrocentro no asegura la creación de puestos de trabajo de calidad (y tampoco de baja calidad) y, sin embargo, sí puede suponer, y a menudo es así, la destrucción de los creados en el sector del pequeño y mediano comercio.

Todo lo anterior ha llevado a que esta Asociación haya iniciado una campaña en colaboración con el pequeño y mediano comercio, a favor de éste y en contra del establecimiento de un nuevo macrocentro, ya sea este o cualquier otro, ya tenga más o menos metros. Una de las facetas de esta unión entre vecinos y vecinas y comerciantes es ya visible a través de los numerosos carteles alusivos que pueden verse en establecimientos de las calles de El Pla como General Elizaicin, Padre Esplá o San Mateo.

Sr Alcalde, señoras concejalas y señores concejales:

 COMERCIO DEL BARRIO, ¡SI!; MACROCENTRO, ¡NO!