En Democracia participativa Alicante hemos desgranado el informe realizado en marzo de 2016 por Preparación asociación para la promoción de estudios, participación y acción social (Proyecto financiado por la Concejalía de Participación Ciudadana y Partidas Rurales) y estas son las conclusiones a las que hemos llegado:
NUEVA REALIDAD LEGAL: REGLAMENTO OBSOLETO.
El actual Reglamento orgánico de distritos y participación ciudadana fue aprobado
en 2005 al amparo de La Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del
Régimen Local y de la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de Medidas para la
Modernización del Gobierno Local. Desde entonces, nuevas leyes se han aprobado a
nivel estatal y autonómico, las cuales obligan a una actualización de la
normativa y de los procesos participativos de la ciudad.
NUEVA REALIDAD SOCIAL.
En todo este tiempo la situación social ha variado
enormemente y la ciudadanía reclama una mayor implicación en los asuntos públicos.
Se reconoce el papel del tejido asociativo tradicional pero resulta obvia su debilidad
en el momento actual así como las carencias tanto en el sistema como en las
dinámicas participativas. Estamos ante una clara falta de representatividad real.
LIMITACIONES ACTUALES DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA (EN ADELANTE P.C.)
Actualmente la Participación consiste en una
lucha frustrante del ciudadano con la Administración, marcada por una serie de
condicionantes y dinámicas tóxicas: desgaste emocional, clientelismo,
manipulación y utilización partidista, rivalidad entre colectivos, descoordinación,
burocracia, ineficacia, falta de comunicación… Todo ello ha desembocado en
desinterés y desconocimiento por parte de la ciudadanía.
LAS JUNTAS DE DISTRITO
Aun siendo un órgano descentralizado que
debería estructurar la participación ciudadana, adolecen de una presencia excesiva
de políticos que superan en número a los propios representantes vecinales. Al mismo
tiempo las AAVV están sobre-representadas frente a otros colectivos. Son
percibidas como meros instrumentos para “gestionar subvenciones”
(Clientelismo). Se percibe una falta de compromiso político por parte de los
responsables municipales con las decisiones adoptadas desde las Juntas de
Distrito. Falta de concreción y seguimiento de las decisiones aprobadas en las mismas.
REVITALIZAR LA PARTICIPACIÓN.
Haciendo partícipes a los vecinos y vecinas
independientemente de su vinculación a colectivos o asociaciones. La sociedad
civil en su conjunto es de vital importancia como medio de ejercer el control
sobre las administraciones. Se trata de buscar la universalización de los procesos
participativos, dotando de más voz a la ciudadanía y consultando también a los que
llevan años y por lo tanto cuentan con experiencia en este tipo de procesos.
UNA PARTICIPACIÓN INCLUSIVA.
La construcción de la P.C. debe consistir en
un proceso abierto, en el que ha pueda participar cualquier persona del municipio
(participación universal). Las personas a título individual y los movimientos sociales
no organizados o no registrados son actualmente ajenos a las políticas participativas
del Ayuntamiento. También hay un déficit de participación entre los sectores
más jóvenes de la población. La actividad educativa o pedagógica hacia la
ciudadanía y hacia los propios políticos y técnicos municipales es nula a día
de hoy.
UNA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN RED.
La P.C. requiere espacios físicos en los que
sea posible trabajar de manera organizada, creando redes en las que las
distintas agrupaciones puedan poner en común experiencias y propuestas, así
como darse a conocer a la ciudadanía en general. El proceso debe ser dotado de recursos
informáticos, técnicos y materiales suficientes.
PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS.
El ayuntamiento destina actualmente a
Presupuestos Participativos solo el 5% del Presupuesto Municipal de
Inversiones. Solo la fase de presentación de propuestas está abierta a toda la ciudadanía.
Su posterior discusión, aprobación o rechazo sólo corresponden a las Juntas de Distrito,
que tampoco aplican criterios de justicia social o territorial. La mayor parte
de los ciudadanos desconocen el proceso de Presupuestos Participativos. Sería
conveniente ir abriendo la participación a otros capítulos y gestionar de esta forma
un porcentaje más alto del Presupuesto Municipal.
TRANSVERSALIDAD.
El ayuntamiento adolece de falta de
coordinación y de transversalidad entre las Concejalías. La burocracia es
excesiva. La ciudadanía reclama mayor transparencia y compromiso, reforzando
los canales de difusión y comunicación, tanto a nivel interno del Ayuntamiento
como con la ciudadanía. La Concejalía de Participación Ciudadana debe tener una
mayor visibilidad y protagonismo, abandonando las actuales dinámicas
endogámicas. La P.C. debe ser estructural al ayuntamiento.
PLAN ESTRATÉGICO.
Necesitamos un Plan Estratégico de Participación
para nuestro municipio. Una herramienta que constituya las líneas estratégicas
y directrices que busquen la implicación de la ciudadanía en los asuntos
públicos a largo plazo. Un Plan de Ciudad para la P.C. fruto del consenso y del
compromiso político y social, alejado de las luchas partidistas. Una política municipal
basada en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía.
DIFUSIÓN
Es preciso un buen canal de comunicación
que permita una difusión transversal del proceso participativo que llegue tanto
a la ciudadanía como las asociaciones, técnicos y representantes políticos.
SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN.
El proceso participativo requiere de un
Grupo de Seguimiento en el que estén presentes todos los agentes sociales que
conforman la realidad del municipio. Sus funciones serían el estar informado
del desarrollo del proceso, el ejercer la supervisión de la negociación en los momentos
claves, y la de servir de espacio de relación y de incorporación de la visión
de todos los actores.
“La Participación debe ser construida desde
la Participación”